RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS CON EL HÁBITO 4

 

Los conflictos son inevitables. El Hábito 4 nos prepara a nosotros y a nuestros estudiantes para abordar los conflictos con un espíritu de beneficio mutuo, abundancia y justicia.

¡Usa estos consejos y recursos para empezar!

1. Adopta un enfoque proactivo.
Enseña los conceptos clave que aumentan nuestra capacidad para resolver conflictos de manera efectiva. Por ejemplo, el Hábito 1 nos enseña a llevar nuestro propio clima y a hacer pausa antes de responder. Emplea las Guías de Liderazgo del Estudiante para enseñar estos y otros conceptos a los estudiantes de todos los niveles de modo que todos entiendan la importancia de la responsabilidad personal.

2. Aprovecha las oportunidades de enseñanza.
Cuando surja un conflicto, utiliza ese momento para reflexionar y aprender. Pide a los alumnos que consideren cómo todas las partes podrían equilibrar el valor con la consideración para solucionar los desacuerdos.

  • Valor es la disposición y habilidad de expresar tus pensamientos y sentimientos respetuosamente.
  • Consideración es la disposición y habilidad de buscar y escuchar los pensamientos y sentimientos de los demás con respeto.

Hablad sobre cómo el valor y la consideración se manifiestan y se detectan en la comunicación y qué sensación dejan, y anota las ideas clave en un diagrama de loto. Pide a los alumnos que piensen en cuándo es más probable que tengan dificultades con el valor y la consideración y en cómo podrían superar esas dificultades.

3. Alinea los 7 Hábitos con otras estrategias existentes de resolución de conflictos.
Tal vez ya estés utilizando estrategias de resolución de conflictos en el aula (por ejemplo, círculos restaurativos, rincones de paz o mindfulness). Incorpora estas indicaciones reflexivas o modela el lenguaje del liderazgo al implementar esas estrategias, y ayuda a los estudiantes a aplicar las herramientas que les proporcionan los 7 Hábitos.

4. Confía en la autogestión de los estudiantes.
Considera la posibilidad de crear un rol de liderazgo en cada aula o curso, un consejero de conflictos, que ayude a los compañeros a resolver desafíos mediante la herramienta de resolución de conflictos con acuerdos ganar-ganar.

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